Esas ocasiones en que te dan ganas de mandar todo al carajo,
pero recuerdas que nada en la vida es de a gratis,
hasta soportar a gente impertinente es un precio justo para cumplir tus objetivos.
Algún día los papeles se revierten por lo menos no seré así de mierda,
una cachetada con guante blanco duele más...