Escuchando una reflexión en la televisión, un sujeto comenta, que México tiene la bendición de poseer, recursos naturales, yacimientos y demás, pero es una lástima que estos no nos los dieron extraídos, refinados y entubados,
no supe si molestarme o no,porque él dice que los mexicanos no podemos explotar nuestros propios recursos y necesitamos ayuda del extranjero, esto es cierto por el hecho de que así el gobierno lo ha querido, con estos planes de estudio donde cada vez parecemos más técnicos, con generaciones de mexicanos mal formados desde la primaria, con corrupción por doquier, conformismo, fanatismo religioso y fútbol, borracheras cada fin de semana, donde queremos todo fácil, diversión, tiempo libre, éxito, pero sin desvelarse ni invertir tiempo; un país que te niega el apoyo financiero para tu proyecto por el simple hecho de que a la competencia no le conviene, te pide requisitos exagerados y te limita de cualquier manera posible, es sencillo darse cuenta que se vende la patria al mejor postor, pero eso no sería posible con mexicanos despiertos y bien preparados, así que el gobierno ha desmantelado las oportunidades de la mayor parte de la población con una formación pobre en calidad y en valores, lo más triste es que el sector privilegiado con una buena formación es egoísta o apático, pero es de entenderse cuando se intenta ayudar a los demás y te encuentras con descalificaciones, entorpecimiento y obstaculización, México tiene el gobierno que merece porque no despierta ni despertará por más triste que esto suene.
Los mexicanos podemos producir mucho, somos ingeniosos, somos inteligentes, entregamos el corazón a nuestras pasiones pero mientras estemos apendejados por la televisión, las drogas y los placeres inmediatos seguiremos siendo los peones del mercado globalizado, la mano de obra barata, mientras sigamos confiando ciegamente en políticos y religiosos, donde la curiosidad es pecado y la duda es castigada, seguiremos teniendo un país como el que tenemos, nos seguiremos quejando, seguiremos sufriendo y seguiremos sufriendo atropellos porque no nos queremos, por el simple hecho de que no nos estamos preparando.
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